(English text at the end)
En breve se clausurará la exposición sobre George
Ault, llevada a cabo por el Smithsonian American Art Museum y comisionada por
Alexander Nemerov, actualmente profesor Vincent Scully en el departamento de
Historia del Arte en la universidad de Yale. La exhibición se centra en cinco
cuadros que Ault hizo sobre un cruce de caminos cerca de su casa de Woodstock,
the Russell’s Corner. Los cuadros con este cruce de caminos de fondo enlazan
con una colección de casas de campo que tienen como característica ofrecer dos
sensaciones equívocas al mismo tiempo, por una lado la de estar frente a algo
pleno, minucioso, completo…y sin
embargo no podemos alejar la sospecha de que es irreal o abstracto .
Black Night at Russell's Corner.
Cuatro de ellos son visiones nocturnas, iluminadas
sólo por una simple y solitaria bombilla que proporciona un brillo eléctrico
pero insuficiente para disipar la oscuridad que impregna los mejores trabajos de
Ault. Los cuadros fueron realizados durante y justo
después de la segunda guerra mundial, y aunque parezca que no tienen nada que ver con la
carnicería que se estaba llevando a cabo a miles de millas de distancia,
Nemerov está convencido de que son imágenes de guerra. Ignoro si la proposición:
“esto es una pintura de guerra”, pronunciada mientras se señala, por ejemplo, su famoso Bright Light at Russell’s Corner, se puede dar por verdadera. Parece dudoso que lo sea, pero sí que es verdad que la tranquilidad que
ofrecen sus cuadros es sólo aparente. En realidad, cualquier situación de
reposo no es sino un equilibrio de fuerzas, pero fuerzas al fin y al cabo, no
hay nada en la naturaleza que esté exento de ellas; pensemos en la cantidad de
fuerzas que soportan los cimientos de un edificio, y sin embargo nos parece que
nada está pasando cuando los contemplamos.
Bright Light at Rusell's Corner.
Los trabajos de Ault nos parecen irreales porque
parece que todo pueda estallar en cualquier momento, como cuando en las
películas de pruebas nucleares vemos como una primera onda desfigura levemente
las casas para saltar por los aires completamente con la llegada de la segunda.
Esa sensación de tensión acumulada es lo que logra Ault con las pequeñas
irregularidades que introduce en el orden minucioso restante: si observamos
bien veremos ventanas contraídas, desplazadas, líneas de puertas o ventanas con
pendientes distintas, casas combadas sobre sí… La casa de la izquierda en Bright Light es un claro ejemplo de lo
que estamos diciendo. Esos desajustes parecen el preciso instante inicial en el que todo puede empezar a explotar.
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