(English text at the end)
Al mirar hacia cualquier punto del cielo estrellado cualquier noche y a cualquier hora, la presencia del ser humano en el medio aéreo se hace patente, decenas de aviones cruzan el campo de visión. Sólo raras veces es posible ver la ISS, produciendo una mezcla de sensaciones encontradas. Sentimos la admiración que nos produce el logro tecnológico de haber creado un espacio habitable permanente en el espacio, pero también el temor ante la posibilidad de exportar lo peor de la raza humana más allá de este sufrido planeta. Si alguna vez ves pasar un punto del tamaño de Júpiter muy brillante que cruza el cielo de parte a parte a una velocidad considerable, eso es la ISS.
Todo aquello que enviamos más allá de la atmósfera terrestre es una especie de broma pesada que le gastamos a la naturaleza. Violar la fuerza de la atracción terrestre para llenar el espacio con nuestros artefactos es algo difícil de aceptar para la Tierra, cada accidente de la era espacial es una especie de muestra de su disgusto. La insistencia del ser humano en romper el rígigo tejido de leyes que nos mantiene pegados al suelo y dentro de la atmósfera sólo cobra sentido por una especie de hybris imposible de remediar en nuestro carácter; nos orgullecemos de que incluso más allá de donde nos había situado naturaleza haya también humanos. Desde hace una década podíamos siempre contar con varios representantes de nuestra equívoca especie en el espacio, no está mal para haber aparecido en la cadena de la evolución hace sólo dos millones y medio de años en nuestra versión homo. Desde el Neolítico hemos estado sembrados. Comparémonos con los mosquitos que llevan desde el Devónico aquí y no han sido capaces ni de mutar en una especie en la que no sean detectables por su sonido para evitar los manotazos que les soltamos.
Pero el logro evolutivo tan audaz de ser la especie terrestre que cuenta con habitantes permanentes en el espacio puede terminar pronto por los problemas que ha experimentado el lanzamiento de la última nave Soyuz con rumbo hacia la ISS. EE.UU abandonó el programa de los transbordadores espaciales, y la agencia europea sólo envía cargueros no tripulados con mercancía, de forma que sólo el programa Soyuz proporciona vehículos de transporte para producir el relevo de las tripulaciones de la ISS. Mientras no se estudie a fondo el problema con la última Soyuz Rusia no va a enviar más naves, por lo que los tripulantes de la estación espacial podrían utilizar las naves salvavidas de las que disponen para regresar a la tierra en los plazos previstos y dejar la ISS vacía. Por primera vez en varios lustros no habrá ningún representante de nuestra especie en el espacio.
Ver más en http://www.themoscowtimes.com/news/article/space-station-may-be-evacuated-by-late-fall/442866.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/29/ciencia/1314629164.html
Hay numerosa información disponible en entradas anteriores de este blog sobre diversos programas espaciales y la ISS.